miércoles, 23 de abril de 2008

Rockstar!.

El vino se desparrama en la minúscula mesa,
El público presente nos observa,
Es esta la 4ta toma del guion
Y debo hacer un silencio rotundo... Lo se...

Detenidos al sonido de un compás
Y con pasos que reglamentariamente seguiré;
Me retiro,
Todos me observan,
Soy un rockstar vestido de caperucita,
Llevando toda clase de armas punzopenetrantes en mi cesta,
Hoy te invito a la divina santidad: “mi guerra, nuestra guerra”.

Seremos esclavos en dicha guerra,
Buscaremos agua descalzos y sin esperanzas de vivir,
El dolor será la plaga
Y el deseo de morir, nuestro postre.

Marcharemos al ritmo de alguna canción llena de anarquía
Y lucharemos contra esa puta escuela
De falsos obispos
Que se embotonan y usan cadenas de oro
Con los suficientes quilates para alimentar
Un país totalmente pobre.

Me limpio el culo con toda esa política católica,
Me exonero en muchas cosas,
Me arrepiento de no haber influido
En aquella mala decisión por parte de mis padres.

Hoy quiero invitarte a lubricar verdaderos sentimientos,
A escuchar la colección de discos de tu padre,
A gritarle en la cara a quien te ofenda
Y pretenda humillarte.

Si,
Como ese maldito Rockstar que al final muere,
Pero que siempre supo en vida que:
“Todo lo que tenia a su alrededor
Era exactamente lo que necesitaba”.

Fuck!… ”he recordado nuevamente que la vida es una mierda”.

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