lunes, 17 de noviembre de 2008

De amor y odio.

Las luces nunca prenderán.
Los satélites nunca funcionaran.
El fuego dejara de quemar nuestra libertad.
Soltaremos palomas de paz en campos de odio,
Recogeremos cestas de mazorca
Y encontraremos la peste de alguna plaga en el.

Necesitaremos transfusiones de sangre,
Prenderemos inciensos
Y fumaremos unos puros al estilo de Fidel Castro.

En nuestro lecho de muerte no habrá mucho que decir,
La gente habrá de murmurar en los pasillos de nuestra casa
Y seguiremos siendo los mismos paranoicos de siempre.

Aun estando casi extintos no corregiremos las tristezas que nos causamos,
Nos cansaremos de aparecer como fantasmas
Y buscaremos lugar donde no debemos.

Me siento triste por TÍ,
Te sientes triste por MÍ,
Nos sentimos vacios por esta oscura realidad,
Fundiremos la humanidad
Y formaremos alguna especie
Que realmente no sienta amor y odio.

G.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La primera llovizna de noviembre.

Por mucho tiempo desee que las mentiras nunca formaran parte de ti,
Jugando a la ruleta rusa con frases y verdades que nunca oímos por el ruido presente.
Con la llovizna cerca.
Con el penetrable olor a lluvia abrazando nuestro olfato,
Visualizando calles inundadas,
Observando la rara pigmentación del cielo,
Levitando nuestros pensamientos y deslizándonos en las gotas que recorren
Las ventanas de ese viejo edificio,
Escuchando la oscuridad que asecha nuestras almas.
Ingiriendo la rutinaria taza de té en la misma mesa de siempre.
Esperando la primera puesta de sol,
Aspirando ser oxigeno,
Queriendo secar las calles para correr y así desaparecer.
Dejando a un lado lo que al principio creímos hermoso cuando ansiábamos no mentirnos uno al otro,
Destruyendo el espejo que muchas veces manchamos en sueños
Cuando jugábamos a querernos incondicionalmente,
Con nuestra primera llovizna del mes de noviembre, presente.
Con esa culpa que no nunca pudimos cargar.
Deseando una vez más retroceder el tiempo y nunca haber archivado nuestras inmaduras emociones,
Asimilándolas al absurdo parecido de la estabilidad.
Brillando nuevamente entre las rojizas nubes de soledad,
Escarbando el cielo en busca de:
"Una hermosa ment&€$ que nos uniera una vez más".

G.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Manchas de aceite.

Creer en corrientes mas allá de lo natural es algo sumamente raro.
Pensar que estamos desconectados seria nuestro principal error.
Error que nos llevara a la condena.
Siendo más que peones en la espera de algún profeta.
Sedientos, hambrientos, vestidos cual vagabundo merodea en las calles en busca de algún estupefaciente que lo haga alucinar.
Esperando ese eterno sufrir placentero.
Dibujando los barrotes de una eléctrica cárcel para saciar nuestro indestructible masoquismo.
Sin necesidad de desprendernos de lo que verdaderamente amarramos.
Creyendo en que siempre seremos eternos.
Consumiendo nuestra capacidad auditiva.
Dándole al oso la presa más gorda y jugosa.
Jugando a ser planetarios.
Queriendo volar la nave que estaciona nuestro creador en su magnética pista de aterrizaje.
Creando memorias con capacidad superior al disco duro que en tu sistema reside.
Soldando circuitos en nuestras espaldas.
Añorando ser el nuevo dios de la era donde las maquinas se odian entre sí.
Sintiendo frió.
Pena.
Soledad.
Con muchas ganas de encontrar respuestas satisfactorias a este episodio que sigue recordándome una vez más que estar manchado de esta especie de aceite no suele ser mi mejor opción.

G.