Reflexión.

Llevo meses en la misma rutina.
A diferencia de que esta semana no he podido montarme en mi bicicleta.
Ingiriendo el mismo tipo de alcohol con las mismas personas.
Fumando el cilíndrico cigarrillo que empaquetado viene en su rojizo cofre.
Una caja de pandora.
La misma canción una y otra vez.
Odio hacia diversas cosas que inevitablemente no puedo cambiar o desaparecer.
Respeto inigualable hacia ellos.
Hacia muchos, pero lastimosamente hacia alguien, NO.
Sin embargo, por mucho tiempo creí estar desesperado.
Estaba atrapado en cosas banales.
Terrenales.
Y Finalmente comprendí que estaba en la posición de cualquier adolescente que piensa estar comiéndose el mundo con sus “perfectas actitudes”.
Mentira.
Todos cometen errores. Muchos no podrán reconocerlo.
Yo he reconocido muchos.
Por lo que ya creo estar en un lugar de suma paz y tranquilidad.
Vendrán tiempos difíciles.
Y aun así me sigues señalando a pesar de estar en un distinto lugar.
Sentí rabia.
Sentí furia.
Pero me encuentro en este desconocido lugar sintiendo algo más complejo que eso.
No se que realmente es.
Pero me hace pensar en futuro.
En noches, en lunas interminables y en una vida llena de mucho gozo.
Lastima que todo lo que creí perfecto para ti se haya englobado en más que errores.
Supongo así que aparte de Dios, la perfección es algo muy nato en TI.

G.