Siempre busque formas en las nubes, nunca pude encontrar algo congruente a la realidad.
Siempre veía la misma puerta por donde te marchabas sin ningún porque que explicara el motivo de tanta soledad en mi.
Creí haber sido un buen compañero, sin embargo, el tiempo me ha hecho entender que seguramente falle, que mis mentiras fueron más que eso y que ahora el aire que respiro se ve limitado por tu ausencia que cada vez es más notoria en estas cuatro paredes donde por mucho tiempo vivimos.
He querido viajar y desaparecer, pero, mis sentidos no se marchitaran y dejaran de extrañar todo lo que un día tuve con un boleto de avión a Londres.
Te he buscado en el mismo aposento donde un día nos besamos, no hay nada, solo espasmos.
El moho adherido a ese banco que fue especial para nosotros me dice que hace mucho debí superar esta ruptura.
Éramos amigos, éramos el uno para el otro, cual niño entregado a su juguete nuevo.
Hoy solo somos nuevamente desconocidos, con la diferencia de que tenemos el alma rasgada en algún pequeño y recóndito sitio que no deja verse.
Lo que por mucho tiempo nos sostuvo hoy nos desaparece en el viento que libremente esparce nuestras cenizas como cual cadáveres incinerados.
Nacimos, vivimos y finalmente fallecimos, al ritmo de una canción que siempre fue triste, pero que inexplicablemente nos regalaba un trozo de felicidad.
Hoy en día he querido aprender a respirar poco a poco sin tanta dificultad, no me ha temblado el pulso para comprar ese boleto, sin embargo, sigo soñando en que si me monto en ese avión me gustaría estrellarme y aterrizar en ese lugar donde te encuentras y disfrazas todo lo que un día prometiste en ese compilado de palabras que aun me hacen esperarte.
No volverás. Lo sé.
Desde hace mucho que no se de ti.
Se que por mucho tiempo ha tenido que ser así.
Donde siempre habrá uno que quiera mas que otro, en este caso, a mi me toco amarte y aceptar que te fuiste con justificaciones parecidas a lo correcto.
Ya no anhelo que regreses.
Tan solo maquilla tu rostro y sigue escondiendo quien realmente eres.
En algún momento recordaras quien fuiste y que perdiste.
No estaré allí para escucharte.
G.
sábado, 13 de septiembre de 2008
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