viernes, 27 de noviembre de 2009

Los cuatro (4) cuadrantes.

Desgraciadamente vivimos en un país de tercer mundo que nos ha colocado en la posición quizás más incomoda que pueda existir, pero, si nos tomamos la delicadeza de explorar y desglosar los agentes o los ítems que nos hacen estar en este lugar, encontraremos más que hechos verídicos que, nos dirán que en vez de estar culpando a los sistemas y a la gente que está a nuestro alrededor, debemos convencernos de que somos nosotros culpables de tal hazaña.
Debemos pensar en qué demonios es lo que hacemos para no merecer este lugar y llegar a ser más que una potencia en todos los sentidos, pero para eso hará falta lanzar una bomba en el territorio Venezolano y construir un nuevo país.
De allí, de ese conglomerado de palabras que sólo sintetizare en una sola: “miseria”.
Puesto que, la miseria es la única capaz de conducirnos muchas veces a la irracionalidad, dejándonos cometer esos errores que induce nuestro alrededor a la expulsión de ese veneno para descargar toda la putrefacción que dentro de sí mismos abunda, y una vez completado el ciclo: jactarnos de sí somos mejores personas de aquel que está a nuestro lado.
BULLSHIT, todos son iguales y en vez de estar jugando a ser cínicos e hipócritas, deberían mirarse a si mismos para retomar quizás algún día el sentido de pertenencia, la pertenencia de una vida propia que como corderos está ante la condena con ciertos patrones a seguir.
Eso es la miseria colegas.
¿Quién padece de una vida propia? ¿De un juicio propio?
¿De inteligencia y sentido común? ¿Quién?
“LA GENTE ESTÚPIDA SEÑORES”
Ciertamente, esto por mucho tiempo ha sido el tema de controversia a lo largo de los siglos, porque aunque sea difícil de creer: “siempre nos encontraremos con esta masa intensificada de humanos que no hacen más que vivir de las apariencias y de los prejuicios que bien han sabido desarrollar en su ambición de encontrar algo o a alguien a quien señalar por cada una de sus desgracias”.
EUREKAAAA!!!
He llevado mi hipótesis al más mínimo rincón de la sabia frase del brillante Albert Einstein.
Por esto es que te seguiré cayendo mal,
Por esto es que la gente me detesta y me seguirá detestando,
Por ser tan sincero y tan MISERABLE a la hora de escribir de nuestras faltas,
Porque a falta de lo que tanto critico,
Solo me quedo con el arma más poderosa que puedo poseer: “el sentido de la palabra escrita”.
La gente es estúpida, pero más allá de su estupidez humana,
Lo que les embarga es destruir como ese tornado que nace y arrasa con todo lo que está en su camino.
Yo si tengo una vida propia,
Y me importa tanto lo que pudieran decir de mí,
Que mañana te lo haré saber (risa chocante),
¿Qué si soy drogadicto?, ¿Qué si soy gay?, ¿Qué si soy poco hombre?,
¿Qué si soy un jodedor?, ¿Que si no soy?…o ¿Qué si soy tan amigo de la miseria que ahora soy su máximo exponente?
Señores hay que dejar de ser tercermundistas,
Darle paso a la cultura,
Y no olvidar la educación y los valores del hogar.
Empleen la frase de ese tipejo que se la da de filósofo:
“aquí no es bueno el que ayuda si no el que no jode, recuérdelo”.

Miseria,
La misma con la que me he regodeado según los jueces que me han colocado en esta silla eléctrica,
Los mismos que se han burlado de los sistemas en medio de su propia ignorancia,
Aquellos que creen tener el poder absoluto de la verdad,
Gente estúpida que padece de una vida propia,
Y sentido común.
Insisto,
Pero esta vez para darle más fuerza a la entrada que hace un par de días atrás redacte,
Yo si soy un hijo de puta,
Un sin vergüenza que en su creencia de poder darle el beneficio de duda a todo aquel mortal que lo quiera, ha terminado decepcionado.
Donde no me ha quedado de otra que, Observar,
para convencerme de que cuando vuelvas a resbalar, perderás.

G.

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