lunes, 31 de enero de 2011

Fusión.

Cap. I: del adiós a la locura

En el camino de cualquier transeúnte infeliz
Existen soledades interminables
Que se despliegan entre las luces penetrantes
De cualquier cielo sin fronteras.

El eterno llanto,
La ausencia de sentido,
Y el apego emocional
Se arraigan a la melancolía que desquebraja un corazón
Y lo tiñe de más dolor y miedo,
Trazando la inestable superficie por las que habrá que deambular.

Una guitarra española,
Acordes sin sentido,
Y fantasmas de una íntima ficción.

Miles de bebidas alcohólicas
Y alguna que otra droga,
Para olvidar.

Porque solo con creer no fue suficiente.

Cap. II: rutina y negación

Ahora soy esclavo de la locura
E invento historias cada mañana
Para no desaparecer de la rutina
Que a ímpetu de la imaginación,
He creado para huir.

¿Pero realmente de qué o quién es que realmente huyo?
¿De tus amordazados sentimientos?
¿De la contradicción de tus palabras y acciones?
O ¿De mis ganas de saber de ti y no encontrarte en ningún ámbito posible?

Lo siento.

Esta vez, olvidé que fuiste tú -quien apareció-
Y detuvo la rutina
Para florecer, carcajear,
Y huir como fantasma.

Como un espíritu llevado a merced.

Cap. III: la luna

Aparecer,
Desaparecer,
Entre mañanas y noches,
Sin poder moverme de mí aposento,
Esperando por la eterna tarde que nunca tuve.

Ansiar y fusionar.

Fusión de sentidos extendidos
Y corazonadas erradas.
De dolor y penas,
Entre malabares,
Mientras que el jugo de luna
Se esparrama al medio día.

Una locura que juega con cuchillos,
Una rutina que se niega a sí misma
Y se fusiona al escondite
De algo que es
Y que siempre será.

Fusión.

G.

1 comentario:

Unknown dijo...

No sé que resulta mejor.

Leerlo o escucharlo.

Me gusta más el último cap.