Estoy experimentando una confusa emoción.
No se si se trata de ira ó de un sueño fugaz que me desliga de la simpatía.
Solo palabras.
Pocas y sencillas.
Maquilladas con alguna especie de aluminio electrificado.
Apareciendo y des configurando mi sistema.
Quemando circuitos y neuronas que creyeron haberte olvidado.
No se porque apareces.
No se porque me hablas.
Eras parte de un pasado que nuevamente ataca mi presente.
Oh!!! Si, electrisheep, siempre escondida en tu galáctica guarida.
En tu aposento digital con tus amigos de rayos X, buscándole una salida a tu dolor.
Creí que no formarías parte de mi nueva versión.
Me equivoque.
Has aparecido como un virus que aún no se como eliminar.
Con armas astrales y un rubor enfáticamente sideral.
Existente virus, que me hace recordar que no soy ninguna especie espacial.
G.
domingo, 26 de octubre de 2008
martes, 14 de octubre de 2008
Amor digital.
Y como dos tontos se miraban.
Perdidos en la desatada cordura.
Un poco de alcohol.
Aunque muchas veces no suele ser la mejor compañía.
(Supongo que un vino no estará demás).
Era todo lo que necesitarían en aquella tarde. (Me digo a mi mismo).
El picnic casi perfecto.
Mientras seguían mirándose en aquel verde césped.
Como dos idiotas.
Regalándose miradas uno a uno.
Como palomas emprendiendo su viaje de vida.
Alegría. Felicidad. Y mucho viento en sus espaldas.
Un mantel realmente improvisado.
El sol resaltando sus hermosos ojos.
Un beso que no tardaba en llegar.
Una interrupción por un vagabundo que apenas pedía unas monedas para poder comer.
Risas incesables.
Era el producto de aquello que habían creado.
Ellos. La naturaleza.
Ellos y su pequeña burbujas de sueños.
Sus picaras ganas de querer ir más rápido.
Y a la vez tomar las cosas con calma.
Sin que el adiós se acercara.
Era eso.
Si.
Todo lo que captaba el lente de mi cámara.
Una historia.
Un amor que apenas podía tocar digitalmente.
Un suspiro en pixels.
Una gama de colores plasmada en un abrazo interminable.
Una palabra con contraste.
Una caricia con algo de brillo.
Una historia digitalmente perfecta.
Una imagen de lo que realmente todos los seres humanos esperamos tener algún día.
Amor.
G.
Perdidos en la desatada cordura.
Un poco de alcohol.
Aunque muchas veces no suele ser la mejor compañía.
(Supongo que un vino no estará demás).
Era todo lo que necesitarían en aquella tarde. (Me digo a mi mismo).
El picnic casi perfecto.
Mientras seguían mirándose en aquel verde césped.
Como dos idiotas.
Regalándose miradas uno a uno.
Como palomas emprendiendo su viaje de vida.
Alegría. Felicidad. Y mucho viento en sus espaldas.
Un mantel realmente improvisado.
El sol resaltando sus hermosos ojos.
Un beso que no tardaba en llegar.
Una interrupción por un vagabundo que apenas pedía unas monedas para poder comer.
Risas incesables.
Era el producto de aquello que habían creado.
Ellos. La naturaleza.
Ellos y su pequeña burbujas de sueños.
Sus picaras ganas de querer ir más rápido.
Y a la vez tomar las cosas con calma.
Sin que el adiós se acercara.
Era eso.
Si.
Todo lo que captaba el lente de mi cámara.
Una historia.
Un amor que apenas podía tocar digitalmente.
Un suspiro en pixels.
Una gama de colores plasmada en un abrazo interminable.
Una palabra con contraste.
Una caricia con algo de brillo.
Una historia digitalmente perfecta.
Una imagen de lo que realmente todos los seres humanos esperamos tener algún día.
Amor.
G.
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